Quedó sellada la Fe, la devoción fue resaltada, el Amor a una Madre, fue manifiesta. Humahuaca vivió profundamente las celebraciones en honor a la Virgen de la Candelaria.

Entre samilantes, bandas de sikuris y promesantes, culminó la Fiesta de la Virgen de la Candelaria en Humahuaca y quedó sellada la Fe y la devoción profunda de un pueblo que por siglos hizo Madre a la Virgen de la Candelaria.
Las lágrimas, el cansancio desinteresado y las promesas cumplidas, dieron manifiesto del Amor fraterno de los feligreses hacia la santa Madre.
Adoraciones de los toritos, bandas de sicuris, samilantes, vecinos, músicos, poetas y hasta copleros, fueron testimonios fieles del Amor hacia la Virgencita protectora.
Hasta el próximo año se mantendrá intacta la devoción hacia la Virgen Madre y renacerá de nuevo la Fe, la esperanza y la luz.

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